jueves, marzo 15

EQUIDAD DE GÉNERO

Resumen

En el camino hacia la promoción de la equidad de género y la autonomía de la mujer en Colombia es importante implementar políticas y programas orientados hacia la educación, la información y la comunicación (EIC) con participación de la población femenina en aspectos tales como: igualdad de derechos y deberes de mujeres y hombres, salud sexual y reproductiva, respeto a la diferencia, autoestima y tolerancia. Igualmente, ante las alarmantes cifras de violencia intrafamiliar, es inminente diseñar programas y redes institucionales de información y atención de la violencia. Adicionalmente, es necesario diseñar estrategias para eliminar las barreras que impiden que toda las mujeres tengan acceso a los programas de educación y prevención para el suministro de métodos de anticoncepción, en todos los niveles.

INDICE

  1. Nivel Educativo
  2. Trabajo Femenino
  3. Autonomía de la mujer
  4. Nuestra Propuesta: Hacia una promoción en la equidad de género y la autonomía de la mujer en Colombia
    1. Mercado laboral
    2. Violencia de Genero
    3. Participación
  5. Estrategias para mejorar la Salud Sexual y Reproductiva de las mujeres Colombianas

Gráfica 1: Porcentaje de Mujeres en Edad Fértil sin Educación
Gráfica 2: Distribución Porcentual de Mujeres Entrevistadas por Nivel de Educación más Alto Asistido
Grafica 3: Tipo de Trabajo

1. Nivel Educativo

El nivel educativo se relaciona directamente con la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Conceptos como el auto cuidado, la prevención de infecciones en las relaciones sexuales, la planificación familiar afectan todos los aspectos de la sexualidad femenina. El analfabetismo se ha disminuido gradualmente entre las colombianas en edad fértil cerca de un 3%. En zona rural 6.6% y 1.6% en zona urbana.


Gráfica 1: Porcentaje de Mujeres en Edad Fértil sin Educación

El porcentaje de mujeres que reciben educación superior ha aumentado en los últimos 10 años del 11% en 1995 al 19.5% en el 2005.El índice de riqueza (nivel socio económico) determina el nivel de educación al que tiene acceso la mujer colombiana, el 46% de las que se encuentran en el quintil socio económico alto pueden acceder a educación superior y solo un 1.7 por ciento de las mujeres pobres llega a ese nivel.

Las mujeres de la zona rural presentan cinco años menos de estudio que las de la zona urbana (9.9 años promedio de estudio). En ciudades como Barranquilla, Bogotá, Medellín y Cali se muestran las mejores medianas de educación para las mujeres en edad fértil. Las mujeres entre 20 y 29 años de edad reportan más años de estudio que el resto de mujeres.


Gráfica 2: Distribución Porcentual de Mujeres Entrevistadas por Nivel de Educación más Alto Asistido

2. Trabajo Femenino

El porcentaje de mujeres en edad fértil que trabajan es actualmente del 52%. De acuerdo a la zona de residencia, en la zona urbana un 55% de las mujeres en edad fértil trabajan, mientras que en el área rural se tiene un 39.6%. Se encuentra un aumento del porcentaje de ocupación de mujeres entre los 35 y 39 años, con uno ó dos hijos y con un nivel socio económico medio alto ó alto. El índice de riqueza incide en la situación laboral, teniendo en cuenta que el 52% de las mujeres pobres no trabajan frente al 29% de nivel socio económico alto.

Se presenta una alta correlación entre el nivel de educación, nivel socio económico y el acceso al trabajo: a mayor nivel de educación e índice de riqueza aumenta la posibilidad de acceso al trabajo. En lo referente al tipo de ocupación: ventas y servicios son los cargos más frecuentes ocupados por las mujeres en edad fértil. Vale la pena destacar que un gran descenso se presenta en trabajos profesionales, técnicos ó gerenciales de un 23 por ciento en el 2000 a un 9 por ciento en el 2005.


Grafica 3: Tipo de Trabajo

3. Autonomía de la mujer

En cuanto a las decisiones que toma la mujer en el hogar respecto al manejo del dinero que gana y a su vida sexual y reproductiva, el 90% de las mujeres decide sola como y en que gastar su dinero, el 9% comparte la decisión y el 1% no decide sobre sus gastos.

En lo referente a situaciones específicas en las cuales las mujeres Colombianas se negarían a tener relaciones sexuales con su pareja, encontramos que, cuando la otra persona tiene una infección de transmisión sexual el 96% se niega, en situación post-parto el 93%, por infidelidad el 92% y por motivos de salud o cansancio el 86%. El 77% de las mujeres considera importante las razones expuestas anteriormente para tener o no relaciones sexuales con su compañero.

Algunas prácticas que legalmente están prohibidas y que con frecuencia se realizan en el ámbito laboral vulnerando así los derechos de las mujeres, encontramos: pruebas diagnósticas de embarazo ó de VIH/SIDA. Una de cada tres mujeres se ha visto obligada a presentar una prueba de embarazo como requisito para acceder al empleo solicitado, 5% han sido sometidas a pruebas de SIDA y un 4% han sido despedidas por encontrarse embarazadas. Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali son las ciudades donde más exigen los requisitos mencionados anteriormente. El perfil de mujeres que con mayor frecuencia se ve sometido a estos requisitos, es el de mujeres de 30 a 39 años, de zona urbana, con educación superior y de alto nivel socioeconómico.

4. Nuestra Propuesta: Hacia una promoción en la equidad de género y la autonomía de la mujer en Colombia

Si bien en Colombia no se presentan diferencias importantes en asistencia escolar por género -incluso la ENDS del 2005 reporta una taza de escolaridad más alta en la población femenina en comparación con la masculina-, es importante implementar políticas y programas orientados hacia la educación, la información y la comunicación (EIC) con participación de la población femenina en aspectos tales como: igualdad de derechos y deberes de mujeres y hombres, salud sexual y reproductiva, respeto a la diferencia, autoestima y tolerancia. Igualmente, ante las alarmantes cifras de violencia intrafamiliar, es inminente diseñar programas y redes institucionales de información y atención de la violencia.

En este sentido, para iniciar el largo camino de la promoción en la equidad de género y la autonomía de la mujer en Colombia, es necesario que primero se reevalúen los instrumentos con que cuenta el país para monitorear y evaluar la situación de género en sus diferentes ámbitos, pues estos aún son insuficientes. En concreto, el diagnóstico de equidad de género deja entrever la necesidad de obtener, de manera prioritaria, avances en las siguientes tres áreas:

Mercado laboral

Aquí se hace inminente hacer un seguimiento de la equidad de género tanto en materia salarial como en la calidad del empleo, pues como lo demuestra el diagnóstico, a pesar de estar mejor preparadas, en la medida en que la importancia, el prestigio y el nivel salarial del trabajo aumenta, la presencia de la mujer desciende notablemente. Lo cual demuestra una clara discriminación e inequidad en cuestiones de género. Así pues, con el fin de enfrentar este problema es preciso trabajar en aras de la construcción de mecanismos para el trámite efectivo y la recepción de denuncias sobre discriminación salarial por género. Así mismo, ya que tan solo un escaso porcentaje del total de las mujeres en edad fértil que se encuentran trabajando se desempeña en trabajos profesionales, técnicos o gerenciales, es necesario implementar una estrategia para que esta cifra aumente. Así, es necesario incluir dentro del observatorio de mercado laboral, creado por el Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio de Protección Social, el seguimiento y la evaluación del empleo desagregado por género.

Violencia de Genero

A pesar de que la Ley 294 de 1996 le asigna a la violencia intrafamiliar el carácter de delito, la violencia contra la mujer en Colombia sigue en aumento. Según el diagnóstico de violencia intrafamiliar las mujeres colombianas siguen siendo víctimas de diversos tipos de violencia por parte de sus parejas, entre ellas las principales son: amenazas, violencia verbal, violencia física y violencia sexual. Esta situación requiere una pronta solución. Para ello se recomienda implementar políticas intersectoriales de vigilancia y atención de la violencia intrafamiliar como estrategia de salud pública, iniciando en las cinco principales ciudades del país (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga), para posteriormente continuar con las demás capitales de departamento y con los demás municipios. Igualmente, es inminente promover el desarrollo de estrategias en las comunidades e instituciones para la protección de la mujer que vive en situación de violencia y la de sus hijos. Por último, es necesario seguir haciendo uso de los módulos creados por Profamilia en 1998 para conocer la verdadera situación de la violencia contra la mujer y los niños colombianos. En este sentido, es importante promover su modificación y ampliación, para luego hacer uso de su aplicación y análisis en los diferentes departamentos y ciudades.

Participación

Aunque en el diagnóstico de equidad de género no se presentaron cifras en lo referente a los niveles de participación de las mujeres colombianas en los distintos ámbitos de decisión pública, en aras de lograr un avance significativo en el tema de equidad de género en nuestro país, es necesario hacer un seguimiento permanente de la participación política de las mujeres. Con esto se espera, abrir los espacios necesarios para lograr la meta trazada por la Ley 581 del 2000 de “incrementar por encima del 30% la participación de la mujer en las diferentes ramas y órganos del poder público”.

4.1 Estrategias para mejorar la Salud Sexual y Reproductiva de las mujeres Colombianas

El diagnóstico del tema de Salud Sexual y Reproductiva en Colombia es bastante desalentador y es necesario empezar a atacarlo con una política integral que se fundamente en una estrategia de incremento en la cobertura de la afiliación a la seguridad social en salud de las mujeres colombianas. De esta manera, lo que se debe hacer es promover la focalización de los subsidios a las mujeres gestantes y a las mujeres en edad fértil, tanto en zonas urbanas como en zonas rurales. No obstante, la garantía de la protección financiera a través del seguro de salud, debe ser complementada con estrategias específicas para garantizar el acceso y la calidad.

El inicio de la vida sexual a una edad cada vez más temprana, el incremento de embarazos no deseados, el aumento del embarazo entre las adolescentes y el estancamiento del uso de métodos de planificación familiar, ponen en evidencia la necesidad de fortalecer la vigilancia en salud pública en lo que se refiere al tema de la salud sexual y reproductiva. Esto se podría hacer a través del diseño e implementación de módulos estandarizados de vigilancia sobre el acceso y calidad tanto de la información como de los servicios que prestan las entidades adheridas al sistema de salud pública.

De igual forma, los indicadores negativos que se presentan en este diagnóstico, demuestran la necesidad de promover la utilización de métodos anticonceptivos, mediante la inducción de la demanda, la eliminación de las barreras de acceso y el seguimiento de su uso por parte de los servicios de salud.

Así mismo, las alarmantes cifras que reporta el embarazo adolescente se explican por la ausencia de una política intersectorial, pues como bien se establece en el diagnóstico, contrario a lo que muchos creen, solo el 15% de estas jóvenes reporta el embarazo como no deseado. Lo cual indica que hay que ir mas allá de los programas y charlas sobre educación sexual y reproductiva: el embarazo adolescente esta ligado a la pobreza, a la falta de oportunidades y de educación y, por lo tanto, debe ser atacado con una política integral. Es un fenómeno cíclico, pues se produce por todas estas razones y termina reproduciéndolas, pues muchas de estas madres adolescentes terminan incurriendo en maltrato físico hacia sus pequeños, el embarazo precoz las pone en mayor riesgo de deserción escolar, la baja educación les limita el acceso a mejores oportunidades laborales, y con ello a salarios más altos, en fin, su situación perpetua el círculo vicioso de pobreza y violencia del que muy pocas a veces pueden librarse.

Lo importante, entonces, es investigar las causas de esta problemática y, sobre todo, entender porque el embarazo es deseado entre las jóvenes. Con este fin, es necesario trabajar en torno a la creación de estrategias que involucren temas como la educación en valores, el fortalecimiento de la autoestima y de la capacidad de tolerar la frustración. De esta manera, lo que se pretende es suministrarle a las poblaciones en riesgo las herramientas necesarias para que puedan tomar decisiones asertivas.

En lo que se refiere al estancamiento en el uso de métodos de planificación familiar, el diagnóstico refleja una preocupante desmejora en la calidad de las entidades suscritas al sistema nacional de salud, concretamente de las EPS y las ARS. El hecho de que solo un 8% de los métodos anticonceptivos sean suministrados por las EPS y las ARS y de que solamente una tercera parte de las usuarias de métodos modernos reportó haber recibido información sobre los efectos secundarios del método de planificación familiar prescrito, refleja la falla tanto en la información como en el suministro de los métodos anticonceptivos por parte de las aseguradoras.

Lo anterior pone en evidencia la necesidad no sólo de replantear los programas de educación sobre métodos anticonceptivos, sino que también refleja incapacidad de los médicos que trabajan en el sistema de salud pública para manejar el tema de planificación familiar. Por lo tanto, es necesario entrenar a otros profesionales, sicólogos y/o trabajadores sociales, para que complementen el trabajo y le agreguen calidad a los programas de educación sexual y reproductiva.

Finalmente, es necesario diseñar estrategias para eliminar las barreras que impiden que toda la gente tenga acceso a los programas de educación y prevención y para el suministro de os métodos de anticoncepción.



PALOMA VALENCIA LASERNA .::. Candidata a la Cámara de Representantes por Bogotá D.C.


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